TEXTOS PROTEGIDOS

martes, 10 de marzo de 2009

El tesoro de Mario

Mario era un niño terriblemente maduro para sus 8 años de edad. Había tenido la suerte de llegar a un hogar en el que no faltaba de nada, tenían todas las comodidades posibles de imaginar. Sus padres, se mataban a trabajar para que Mario pudiera tenerlo todo. Tenía incluso una cuenta abierta en el banco en el que ahorraban dinero para su futura formación.
Un día Mario decidió escribir una carta para sus padres, la metió en una caja y la dejó en el comedor, necesitaba decirles algo muy importante.

"Mamá, Papá, sé lo mucho que os esforzáis cada día trabajando duro, soportando a vuestros jefes, realizando jornadas eternas, conduciendo en el espeso tráfico, sufriendo estrés, levantándoos temprano. Renunciáis además a dedicar un rato cada día a hacer algo que os satisfaga de verdad, y todo para traer a casa el dinero que nos hace falta para vivir y más. Sé que lo hacéis por mí y por vosotros. Me colmáis de regalos que aprecio de veras y con los que mis amigos alucinan, pero Mamá, Papá ¿es realmente necesario que os dejéis la piel a cambio de un gran sueldo y de 30 días de vacaciones al año?, 30 días de vacaciones que se acaban convirtiendo en 30 días de prisas, de ir y venir corriendo, para hacer todo lo que no podemos hacer el resto del año. La verdad es que con esas condiciones prefiero seguir siendo niño para siempre.

He hecho una lista de regalos que no tengo y que me gustaría compartir con vosotros:

ratos de sosiego
abrazos por doquier
besos empalagosos
que leamos juntos mis libros favoritos
que veamos una película
que los tres nos vayamos a comer una hamburguesa
que montemos juntos un puzle
que vayamos a montar en bici
que volemos una cometa
que desayunemos juntos
que me llevéis al cole
que cuando me vaya a dormir los dos ya hayáis llegado a casa
¡podríamos ir de paseo!

Yo sé que no es fácil, pero estoy convencido de que seriáis más felices si pasarais más tiempo conmigo, yo puedo haceros felices, pero me pregunto si he hecho algo malo. Estos regalos que os pido sólo os costarían tiempo, el tiempo que ahora no tenéis. Yo quiero haceros un regalo. Tened esta caja y cuando la abráis descubriréis el regalo más importante para mí, el que más deseo y que todavía no tengo, el que necesito."

Los padres de Mario abrieron la caja y se sorprendieron al ver que la caja estaba vacía, a excepción de un pequeño espejo en el cual se vieron reflejados.
El espejito les devolvió la imagen de lo que Mario pedía. La imagen era... el tesoro de Mario.

2 comentarios:

  1. Maario representa la vida que llevé yo de pequeña, bueno un poco llevada al límite, por eso huyo de una vida así para mi hija, mi lema es "menos es más". Cariñitos.

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  2. Me gustaría que muchos padres leyeran ésto , algo tan sencillo y tan difícil a la vez ...Vamos tan deprisa , que ni tiempo de pensar ...

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