Cuando tropiezas siempre estoy a tu lado para evitar que caigas. Cuando te atragantas siempre estoy a tu lado para evitar que te ahogues. Cuando lloras siempre estoy a tu lado para devolverte la risa. Cuando te ríes siempre estoy a tu lado para reír contigo. Cuando te enfadas siempre estoy a tu lado para entender que te pasa. Cuando te asustas siempre estoy a tu lado para abrazarte y protegerte. Cuando te pierdes siempre estoy a tu lado para ayudarte a encontrar el camino. Cuando estás cansado siempre estoy a tu lado para mecerte. Cuando te preocupas siempre estoy a tu lado para que puedas desahogarte. Cuando te irritas siempre estoy a tu lado para intentar relajarte. Cuando te digo que te quiero adoro tu mirada. Cuando me dices que me quieres me das el mejor regalo.
Cuando tropieces y caigas, piensa en mí y deja que tu coraje haga el resto. El camino está lleno de baches pero juntos allanaremos este viaje.
Siempre voy a estar.
Cómo nos parecemos, te conozco muy poco y sin embargo me siento muy unida a tí, sera qué todas las madres que escribimos sobre los efectos de nuestros hijos en nosotras, somos la misma madre, la madre ancestral...
ResponderEliminarBegoña, cariñitos.