TEXTOS PROTEGIDOS

domingo, 15 de marzo de 2009

El aire de la mañana

El aire de la mañana se presentó en mi ventana con talante fresco y de muy buen humor. El frío de sus palabras me desveló por completo, y me sentí llena de energía y con la ímpetu de la novedad.
Con un movimiento seco y decidido retiré la sábana y planté mis pies desnudos en el suelo. Alcé la mirada y allí estaba, ante mi ventana, diciéndome que el azul del cielo eran mis horas y que el brillo del sol la alegría de mi día. Su mensaje me empujaba a vestirme sin perder tiempo y me animaba a salir para disfrutar de los colores. El aire de la mañana me acompañaría rozando mis mejillas, haciéndome sentir viva y a la vez deslumbrada por los destellos de la luz temprana.
En unos minutos me encontraba caminando por las calles del pueblo, pisando fuerte, respirando hondo, mirando el cielo y sonriendo. Llena de sensaciones positivas supe que no estaba perdiendo ni un solo segundo de mi día. Mi paseo me transportó a un lugar donde nadie ni nada disturbaba el momento y el paisaje. Oí el silencio del aire de la mañana, adornado por el sonido de las hojas movidas por la brisa, y adornado también por el verde de los árboles. Fue la mañana la que me pidió que le hablara sin exigirme palabras, y le hablé. Le agradecí sin palabras el que estuviera siempre allí, sin cansarse, para aparecer de nuevo fresca al día siguiente. Le dije que la apreciaba. Le sonreí transmitiéndole mi plenitud y le regalé el aire fresco que ya cálido me había tocado.
En mi camino de vuelta a casa conecté con mi interior. La pendiente de la calle me hacía respirar más rápido, me oxigenaba todavía más, y mis pulmones se abrieron ahora de par en par al aire fresco de la mañana.
Al abrir la puerta me giré para despedirme de él, y con el frío de sus palabras y característico buen humor me dijo "hasta mañana". Con su talante fresco me aseguró que nos volveríamos a ver al día siguiente.
El aire de la mañana supo que ya no tendría que presentarse y esperar mi mirada, supo que sería suficiente con solo pasar por delante de mi ventana.

2 comentarios:

  1. Más que un cuento o microcuento yo lo veo como un poema, explota ese aspecto, tiene muchas posibilidades... Cariñitos.

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  2. Es un hermoso canto a la mañana , al nuevo día que se nos ofrece ..generoso.., y sin regateos...

    Un beso mi niña!

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