Nací y maduré, y ahora envejezco, y el infinito ya nunca será mío. Siempre os he dado cobijo, he cuidado de vosotros sin esperar nada a cambio. Os he proporcionado todos los medios, sol, aire, agua y fuego, para que con ellos viváis en el mejor lugar del universo. Os he dado mi naturaleza, para compartirla con otros seres, pero os habéis apropiado de ella. Le pedí a mi luna que os escoltara en la noche y ella sí me reveló su amistad.
Me siento tan sola, me siento hundida y ya no sé de dónde vengo. Me siento herida y contaminada. Rotas están mis montañas, y roto está mi aire. Sucios están mis ríos y sucios están mis mares. Mis heridas no curan cada vez que intento cerrarlas y herida está mi alma, pero es que me siento engañada. ¿Por qué no me cuidáis?, ¿por qué no me escucháis?, mi viento os grita que tengáis piedad.
Continuamente enfermo y mi enfermedad sopla huracanes de tristeza. Mi sol os advierte que ya no puedo más, que ya no puedo respirar, me ahogo, pero aún tengo fuerzas para pensar en vosotros, quiero recuperarme por vosotros, ¿dónde iréis?, ¿ dónde iremos?.
Desde mi cielo observo todos mis adornos, pero sólo siguen siendo mis bosques y mis aguas los que me hipnotizan. Me habéis clavado rascacielos, agujereado lugares vírgenes, pisado hielos que ahora ya no existen, incendiado por desidia...y todo esto me duele hasta el centro de mí, ¿ por qué?
Me siento exhausta y castigada, pero aún tengo fuerzas para devolverme algo de juventud. Necesito que penséis en mi.
Oigo la música que flota sobre mí y con ella quiero cantaros para ablandar vuestros propósitos.
Yo soy la Tierra, yo soy la vida que os da la vida.
Me siento tan sola, me siento hundida y ya no sé de dónde vengo. Me siento herida y contaminada. Rotas están mis montañas, y roto está mi aire. Sucios están mis ríos y sucios están mis mares. Mis heridas no curan cada vez que intento cerrarlas y herida está mi alma, pero es que me siento engañada. ¿Por qué no me cuidáis?, ¿por qué no me escucháis?, mi viento os grita que tengáis piedad.
Continuamente enfermo y mi enfermedad sopla huracanes de tristeza. Mi sol os advierte que ya no puedo más, que ya no puedo respirar, me ahogo, pero aún tengo fuerzas para pensar en vosotros, quiero recuperarme por vosotros, ¿dónde iréis?, ¿ dónde iremos?.
Desde mi cielo observo todos mis adornos, pero sólo siguen siendo mis bosques y mis aguas los que me hipnotizan. Me habéis clavado rascacielos, agujereado lugares vírgenes, pisado hielos que ahora ya no existen, incendiado por desidia...y todo esto me duele hasta el centro de mí, ¿ por qué?
Me siento exhausta y castigada, pero aún tengo fuerzas para devolverme algo de juventud. Necesito que penséis en mi.
Oigo la música que flota sobre mí y con ella quiero cantaros para ablandar vuestros propósitos.
Yo soy la Tierra, yo soy la vida que os da la vida.